Ya hace un año del estallido de una bomba que iba a cambiar unas pocas semanas nuestra vida cotidiana..., y llevamos ya más de un año.
Nos morimos de ganas de darnos un abrazo o un apretón de manos, pero todavía falta mucho. ¿Cómo han cambiado nuestros hábitos para comunicarnos con los demás?
- La distancia física ha aumentado. Hasta el inicio de la pandemia, la distancia normal era como un brazo estirado hacía la otra persona, pero ahora es mucho más grande, y sentimos una rara sensación de lejanía.
- Oímos un poco peor y el volumen al hablar ha aumentado, ambas cosas por el uso de la mascarilla.
- Es más difícil interpretar la expresión de los demás. Esa sonrisa a veces se intuye, pero es difícil estar seguro de ello. Ojos, cejas y frentes han ganado protagonismo.
- Por supuesto el contacto corporal ha desaparecido con los demás, incluso entre familiares. Toque de codo o nada. El tema se agrava en con los/as niños/aS y con abuelos/as.
Una de las cuestiones es: ¿vamos a volver a nuestras rutinas anteriores en la forma de comunicarnos?.
Algunas personas que a las que no les gustaba mucho el contacto quizá se hayan sentido como pez en el agua, pero la gran mayoría está sintiendo sentimientos negativos, desánimo, angustia...
Algunas nuevas experiencias como son las videoconferencias en el campo de la formación o en el de las reuniones de trabajo, también se han impuesto, y la mayoría de los gurús nos dicen que han venido para quedarse. Se ha acelerado el uso de las nuevas tecnologías. Es verdad que se ahorra tiempo en los desplazamientos, además de otras ventajas, pero también es verdad que las reacciones, los sentimientos, las emociones que se generan son distintas a los encuentros presenciales.
Resumiendo, hemos cambiado nuestra forma de comunicarnos, sobre todo con nuestras herramientas no verbales; hemos aprendido nuevas competencias comunicativas a través del uso de nuevas tecnologías. ¿Volveremos a nuestras costumbres de toda la vida?, ¿Nos volveremos a dar abrazo, un buen apretón de manos? Esperemos que si y que salgamos poco a poco de las cuevas.
Qué razón tienes. Esperemos que vuelvan los abrazos de verdad.
ResponderEliminarLos abrazos perdidos....
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