Unos etólogos estudiando las costumbres de los pájaros observaron que estos se situaban a una distancia mínima entre unos y otros que nunca sobrepasaban. Esta distancia cambiaba de una especie a otra. Llamaron a esta circunstancia: “proxemia”, que no es ni más ni menos es estudio de las “distancias sociales”, tanto entre los animales como entre las personas. Al ir profundizando en como las personas nos sentimos influidas, en como inconsciente o conscientemente en ocasiones jugamos con la distancia a la hora de relacionarnos con los demás, descubrimos que es un tema muy interesante.
¿Quién no se ha sentido un tanto “inquieto” en un ascensor con otras personas? Es curiosa la conducta verbal y no verbal que se suele producirse en estas situaciones. El tema principal de conversación es “el tiempo”, aquí es donde mas comentamos si hace o no calor, si va a llover, que si la sequía. A nivel no verbal, la mirada es una de las características más afectadas: miramos al suelo, al techo del ascensor ¿qué hay en el techo?, y leemos…, “300 Kg. carga máxima”, 6 personas, Otis, en caso de emergencia pulse el botón…”. ¿Cuántas veces habremos leído estos mensajes?. Y es que además de estar en un espacio cerrado, suele ser muy reducido y la distancia entre las personas es muy pequeña, nos sentimos un tanto incómodos.
La distancia social entre las personas depende mucho del contexto de la situación. También suele varias según las culturas. Con carácter general podemos hablar de 4 distancias:
- Distancia intima. Entre 15 y 45 centímetros. Se percibe incluso la calidez del otro…, suele darse en parejas, madres/padres-hijos,…
- Distancia personal. Entre 46 y 120 centímetros. Así nos relacionamos con amigos, compañeros, en el trabajo, en una fiesta, en la calle hablando con alguien conocido. Tenemos a la otra persona más o menos a la distancia de nuestro brazo estirado. (Si alguien que no conocemos mucho sobrepasa esta distancia, nos sentiremos incómodos y casi seguro retomaremos espontáneamente esta distancia…)
- Distancia social. Entre 120 y 360 centímetros. Se utiliza con personas que no conocemos, con las que no tenemos relación casi relación y que en un momento dado tenemos que tratar algo con ellas. (Ej. un dependiente de unos grandes almacenes, alguien que viene a venderte algo a casa…)
- Distancia pública. Más de 360 centímetros. Por ejemplo, al dirigirnos a un grupo grande…
Esta “burbuja” nos acompaña donde vayamos. Es más grande delante y detrás que a nuestros lados. Existen también una distancia de seguridad, esto es muy sencillo de observar en animales, que huyen si nos acercamos demasiado. (algunos, jeje)
El contexto juego un papel importante, los lugares. En un banco de un parque, nos sentaremos solamente si está vacio o si quién lo ocupa está situado en una esquina, si está en el centro, casi seguro buscaremos otro.
Podemos pensar en cientos de situaciones: dentro de un coche, en el cine, clase, subiendo y bajando escaleras…, es muy interesante. Por ejemplo, si queremos hablar con un/a niño/a pequeño/a y comunicar bien con el, probablemente nos pondremos en cuclillas para parecer más cercanos.
En definitiva, puede ser importante ser consciente de cómo vivimos las distancias en nuestra comunicación con las demás personas y las reacciones que podemos provocar en ellas.
El tema de " la distancia " , me parece muy interesante , por ser una herramienta o habilidad social valiosísima , que usamos para acercarnos o distanciarnos de las personas que nos interesan o no .
ResponderEliminarAdemás , dependiendo , de la distancia a la que estemos , estamos comunicando un mensaje u otro .
También decir , que la distancia la usamos , como una forma de comunicación no-verbal , a la hora de querer conseguir alguna cosa .
Con la distancia decimos muchas cosas, tienes razón. Continuamente, sin cesar. "Me alegro de verdad de verte";"Qué se cree este tío..."
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